Cataluña
El
comunismo .
Por
qué ?
Condicionamiento a la violencia ?
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LA
SILLA PARA PENSAR
CATALUÑA
Y LOS INDEPENDENTISTAS
Benoît Pellistrandi es historiador, profesor de kanes, ex
director de estudios de la Casa de Velázquez, autor de "El
Laberinto catalán" y de Historia de España
El historiador Pellistrandi escribe una terrible requisitoria contra
los independistas catalanes que han hundido España en una
terrible crisis. Crisis de la que será difícil de
salir. Empieza:
-"queridos estudiantes, olvidar Erasmus en Barcelona. La hermosa
lengua que habéis aprendido en la escuela –la lengua
española hablada en la península ibérica y
en toda la América latina, o sea más de 400 millones
de personas- está prohibida en las universidades catalanas.
Tendréis que elegir un curso de inglés sin temperamento,
que suena como un esperanto. En ninguna parte encontrareis una película
en español en los cines y si hacéis una pregunta en
la lengua de Cervantes os miraran con mala cara. Si utilizáis
esta expresión: "la lengua de Cervantes" os arriesgáis
a una peligrosa reacción. Se os acusará de hispanizar
un autor que los catalanes independistas claman que era catalán
y que los castellanos les han robado. Una alucinación parecida
a las que cegaban al buen Don Quijote"-
En ese estado está España. Tiene que hacer frente
al movimiento más obtuso del continente europeo que cuenta
con unos cuantos en estos tiempos. Los catalanes son mucho más
sectarios que los son los ingleses del "Brexit" con la
diferencia que ellos han ganado el referéndum respetando
las reglas, o los italianos de la Liga que desprecian a los del
Sur del país, pero que no piden la secesión.
Pellistrandi dice que lo que intentan los independistas es un golpe
peligrosísimo igual para España, que para ellos. Sola,
Cataluña ya no es nada, ni culturalmente ni económicamente
y serian Valencia y Aragón que recuperarían el flujo
de las mercancías. Unidos a España los catalanes seguirían
siendo el hierro de lanza con un territorio de excepción.
El autor no le quita nada a Cataluña que se señala
por una lengua curiosa à mitad de camino del francés
y del español. Y por un dinamismo que le viene de su posición
de apertura al mediterráneo, pero de ahí à
transformar una singularidad en proyecto nacional hay un paso demasiado
grande para ella. Cataluña no se subió en el tren
de los particularismos del siglo XIX y lo hace hoy a contratiempo.
Y precisamente se puede estar sorprendido de este estado. Todo había
empezado bien ya que los españoles celebraron unánimemente
el éxito de los juegos olímpicos de Barcelona que
celebraba una nueva cultura política nacida de su oposición
al franquismo y que había ido madurando durante 37 años.
También habían tenido tiempo de sacar lecciones de
los desastres de la segunda república. Cuando se redactó
la constitución se pensó que la democracia española
sería descentralizada o no sería. De hecho jamás
ninguna constitución había cedido tanto a las regiones.
El nuevo compromiso institucional acordó a las autonomías
no solo el completo dominio de los impuestos sobre la renta, pero
también sobre los derechos de sucesiones y sobre todo la
enseñanza.
Bajo la presión de los vascos y los catalanes los constituyentes
cedieron, pero cediendo a la lengua y la cultura abrieron una brecha
en un edificio apenas consolidado.
La España democrática de 1978 abandonó a las
comunidades autónomas, por medio de la enseñanza,
el modo de presentarla. En tres decenas los catalanes han manipulado
unas cuantas generaciones de alumnos. La deformación de la
Historia en Cataluña ha llegado hasta un punto que tiene
que preocupar a cualquier persona que sea demócrata.
Poco a poco los catalanes han presentado el estado español
como un poder extranjero. Lo han acusado de ser la siniestra reencarnación
del franquismo. Tampoco esconden mucho la repulsa que sienten hacia
los migrantes del interior o sea alrededor de un millón de
andaluces. En 2012, el presidente de la región se autorizó
a decir unas frases de las que sacamos un extracto: Los
españoles son serpientes, víboras, hienas. Son animales,
con forma humana sin embargo, que saborean un odio brillante. Un
odio indignado, nauseabundo como una dentadura postiza podrida,
contra todo que representa la lengua catalana (El Mon 19 de diciembre
de 2012)
Cuando un político catalán profiere una invectiva
deja tras él un silencio culpable, como si tuviera todos
los derechos. Sin embargo, los escándalos de corrupción
recientes han destruido el mito de un clima moral superior al del
resto de España. Estos sacan a la luz que, al contrario la
difusión del catalanismo descansa sobre la corrupción
y el clientelismo.
Todo este odio se podía haber evitado, pero el azar de los
calendarios ha tenido una gran importancia. Benoît Pellistrandi
nos muestra como los dos grandes partidos españoles han necesitado
siempre –o casi siempre- los diputados catalanes para obtener
las mayorías. En posición de chantaje éstos
se han lanzado en una escalada nacionalista mortífera
Sin embargo, y a pesar de este largo trabajo de catalanización,
los independentistas no han logrado sumar más de 47 % de
votos en un escrutinio ilegal y sospechoso. Pellistrandi admite
que este medio fracaso no ha solucionado nada. El odio sigue siendo
igual o más vivo en la base fanatizada de los militantes
independentistas.
Otra consecuencia de este odio reciproco es la emergencia de Vox.
Un nuevo partido de la derecha más dura que cristaliza la
saturación que suscita la crisis catalana.
Nota de la redacción:
Los partidos, como dice el autor de este artículo,
siempre han necesitado el apoyo de los partidos catalanes para gobernar.
Practicando un chantaje apenas disimulado han ido sacando casi todo
lo que han querido. Previendo el separatismo a más o menos
largo plazo, han ido invirtiendo esas ventajas en el largo plazo.
En las infraestructuras: autopistas, red de carreteras, hospitales,
aeropuertos, puertos etc. El automovilista se dará cuenta
enseguida de la cantidad de autopistas, autovías y del estado
de la carreteras. Comparando todo esto al de otras autonomías
se verá fácilmente la diferencia.
¿Cómo puede evolucionar esta situación? No
hace falta ser un profeta: Bastará que los independistas
esperen unos años. Cuando los niños adoctrinados desde
la guardería, fanatizados a lo largo de sus estudios, y sobre
todo en la adolescencia, lleguen a mayores y que los abuelos, sean
andaluces, extremeños o de cualquier sitio, se vayan muriendo,
se alcanzará una mayoría de cien por cien. Los pobres
niños adoctrinados por los yihadistas son aún más
fanáticos que sus instructores. Los niños escolarizados
en Cataluña son más catalanistas que los propios catalanes
de raíz.
¿Cuál será el final de toda esta crisis? Fatalmente
en una guerra civil. Esta guerra es ineluctable. El resto de España
está cada vez más harto de este malestar provocado
desde hace años por los independentistas y bastará
una chispa para provocarla. ¡Algunos tendrían que ir
pensando en estas graves consecuencias!
EL COMUNISMO.
Para un creyente cristiano es más fácil comprender
que todavía queden "creyentes" comunistas. Los
horrores que este régimen provocó no les impiden creer
que todavía es el mejor para defender al trabajador.
¿Sin embargo qué queda de este período espantoso?
¿Qué queda de Lenin ? ¿Y de Trotski, que acabo
asesinado por un agente de Stalin? ¿Y del golpe de Estado
de 1917? ¿Y de Stalin? Para el ciudadano lambda, solo queda
una mezcla de recuerdos lejanos y confusos y de otros más
recientes como cuando se le habló de todos estos millones
de muertos, de la dictadura que sufrían los alemanes del
Este o de la caída del muro de Berlín.
Pero, pocas personas miden la inmensidad del horror. Que diferencia,
en efecto, entre diez y cien millones de muertos. Nos escandalizamos
más por un atentado que causó la muerte de un centenar
de personas que los seis millones de personas que murieron de hambre
porque Stalin no los quiso abastecer en alimentos en Ucrania; o
los 19 millones asesinados por el régimen de Mao. ¡O
los más de cien millones de víctimas del comunismo!
En los países donde se les impuso a los pueblos después
de ser "liberados" por la URSS, los dirigentes cayeron
uno tras otro. Ya no estaban protegidos por su hermano mayor. Tomemos
el ejemplo de Ceausescu en Rumanía, elogiado algunos años
antes por todos los simpatizantes europeos por su política
y que terminó asesinado por su propio pueblo. O Jaruzelski
en Polonia, expulsado del poder por un obrero electricista.
Pero todavía quedan algunos países que se claman al
comunismo para sentar mejor su propia dictadura "dinástica".
Tenemos a Cuba y sus países satélites, o Corea del
Norte. ¿Y China? China con su régimen no muy bien
definido y que se ha convertido en una inmensa potencia mercantil
y ultra conquistadora.
Nosotros mismos no podemos asimilar plenamente la magnitud del desastre.
Pero el creyente comunista dice y dirá siempre: "¡Todo
esto es propaganda, calumnias" y seguirá creyendo que
el comunismo sólo quiere su bien y que en él vivirá
feliz y en plena libertad! Tenemos un ejemplo en España.
Por qué ?
¿Por qué desde los años 1980,
los partidos que pretendían defender las clases populares
están cambiando y van acogiendo las categorías privilegiadas?
A contrario, desde los años 1990, las clases populares van
abandonando estos partidos. ¿Por qué?
Los partidos socialistas del mundo entero siempre han intentado
seducir los intelectuales. Poco a poco y "gracias" a la
Enseñanza han conseguido que se incorpore en sus filas un
fuerte porcentaje de ejecutivos y diplomados de estudios superiores.
Todos convencidos que tienen el derecho y hasta el deber de dominar
al "pueblo" e imponerle sus puntos de vista y criterios
de lo que ha de ser una sociedad dominada por ellos.
Pretenden que hay actualmente dos mundos con, de un lado, el viejo
(industria, agricultura, servicios) y el nuevo con sus nuevas tecnologías,
la banca y las "avanzadas societales". Un mundo arcaico
y cerrado compuesto de no diplomados destinado al olvido y, del
otro, un mundo abierto y moderno compuesto de diplomados y nuevos
ricos.
Los discursos siguen siendo los mismos siempre acariciando el "pueblo"
en el mismo sentido de lo que este quiere oir, pero cada vez son
menos convincentes o el dicho "pueblo" se cansa del vacio
que representan
El mejor ejemplo es la forma de pensar de Hillary Clinton cuando
trató los electores de Trump de un montón de gente
miserable. O el desprecio a penas disimulado de las élites
socialistas hacia la "plebe de las periferias". Esto es
la consecuencia de esta categoria de sociedad.
Pasa lo mismo con los nuevos capitalistas que, aparte alguna excepción,
apoyan a los socialistas.
Este "nuevo mundo" y su forma de pensar añade las
religiones al "viejo mundo". El catolicismo, que cumula
la antigüedad y la moral, se ha convertido en el blanco de
estas nuevas élites que tiran sobre él con todo lo
que les cae a mano.
El estatuto del perdedor en la visión "progresista"
es aquel de un individuo que no ha sabido aprovechar su suerte cuando
la tenía a mano o el que ha opuesto resistencia a los cambios.
O sea el estatuto del inútil que no merece participar a este
nuevo mundo de la gente que gana.
Si los partidos populistas ganan terreno en muchos países
es una consecuencia de esta transformación de la izquierda.
Trump ha sabido tener en cuenta esta realidad. El partido republicano
en los Estados-Unidos pensaba que las elecciones se tenían
que llevar en un combate intelectual. La élite contra la
plebe.
Trump había comprendido que había que re-invertir
en la industria y la economía e interesar al "viejo
mundo"
La izquierda ha perdido una parte importante de sus electores en
la clase obrera, las clases medias, los autónomos y los "conservadores"
o sea las categorías de gente que la izquierda ya ha mandado
a los contenedores del pasado.
Los tiempos cambian.
condicionamiento a la violencia.
En los libros de Primo Levi "Si es un hombre" y de Stanley
Milgram "Sumisión a la autoridad" pueden encontrarse
las siguientes conclusiones:
Primo Levi: "los verdugos son individuos del mismo
género que los demás pero sus actos son el producto
de alguna forma de educación. Son la herramienta de una política
de terror ejercida por la fuerza. Pero también son las primeras
víctimas"
Stanley Milgram: "ciudadanos ordinarios, carentes
de cualquier hostilidad pueden, en el cumplimiento de sus tareas,
convertirse en agentes de un atroz proceso de destrucción...
Si la autoridad les manda de actuar en contra de las normas fundamentales
de la moralidad, raros son aquellos que tienen suficientes recursos
para resistirle"
Milgram sacaba estas conclusiones popularizadas en el libro I como
Icare donde sus investigaciones trataban de comprender cómo
se comporta una persona cuando una autoridad "legítima"
le pide actuar contra una tercera persona.
Hay citaciones de las torturas que infligieron los americanos en
Corea después de la guerra; de los alemanes a los judíos,
los franceses en Argelia y, más recientemente, los americanos
en presuntos miembros de Al-Qaida. Cada vez los verdugos están
convencidos de la legitimidad de sus acciones e incluso de cumplir
con su deber.
"Otra citación de Milgram: por muy amplia
mayoría, la gente hace lo que se le manda hacer ocultándose
a ella misma la naturaleza del acto prescrito y sin estar refrenada
por su conciencia cuando la orden parece provenir de una autoridad
legítima".
Para el psicólogo, en esta situación muy pocos de
entre nosotros somos capaces de resistir. Somos corderitos obedientes,
perdiendo el sentido de la responsabilidad personal. Las instituciones
militares son sin duda el lugar donde la pertenencia a un grupo,
la adhesión a los objetivos y la ideología son factores
que borran la individualidad y causan más fácilmente
la despersonalización.
En Francia durante la guerra de Vendée (en la revolución
de 1789), el General Westermann escribió: ¡Ya
no hay Vendée! Murió bajo nuestra espada libre, con
sus mujeres y sus hijos. Acabo de enterrarla en los pantanos y los
bosques de Savenay siguiendo las órdenes que me disteis,
he aplastado a los niños con las herraduras de mis caballos,
he masacrado a las mujeres que, así al menos, no parirán
más bandidos. No tengo ningún prisionero a reprocharme,
los he exterminado todos. Un jefe de estos bandidos llamado Designy
fue asesinado por uno de mis soldados. Mis Húsares llevan
todos jirones de sus banderas en la cola de sus caballos. Los caminos
están sembrados de cadáveres. Hay tantos que en algunos
sitios forman pirámides. En Savenay, fusilamos sin cesar
a los bandidos que pretenden rendirse!
Esto ocurrió en Francia, y los que habían dado las
órdenes eran Robespierre, Saint-just y todos los miembros
de la Comité público de seguridad. Franceses asesinaron
170 000 franceses sin ningún remordimiento de conciencia.
Añadiremos dos cosas:
1. El General Westermann hasta la revolución era un ciudadano
como otro cualquiera, ni peor ni mejor.
2. La Historia ha hecho unos héroes de los revolucionarios
que mataron y guillotinaron a tantísima gente y de los vendeanos,
(los bandidos) fervientes católicos, unos reaccionarios que
no aceptaron que se les prohibiera la religión.
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